Sfax

Que gran error sería dejar a Sfax fuera de los circuitos turísticos en nuestras vacaciones en Túnez. Sus imponentes murallas guardan en su interior la Medina. Fuera de las murallas campos de olivares la convierten en el centro productor de aceite más importante de Túnez.

Murallas de la Medina de Sfax
Murallas de la Medina de Sfax

El aspecto de las murallas y los bastiones que rodean la Medina de Sfax es realmente sorprendente, con la puerta de Bab Diwan que nos transporta a un mundo donde las tradiciones y los oficios artesanales todavía perviven.

La gran Mezquita es el monumento principal de la Medina, decorado por su minarete, obra llevada a cabo en el siglo IX y que ha sufrido continuas remodelaciones. Sin embargo es el encanto del zoco y de las callejuelas de Sfax lo que realmente transmite una sensación de exotismo, captando la atención de nuestros ojos, nuestros oídos y nuestras manos. Sólo perdiendo nuestros pasos, sin rumbo llegaremos a las teterías que desprenden un intenso sabor de menta, y sin prisas encontraremos rincones secretos como la Kasbah que alberga el museo de arquitectura tunecina. Compite en belleza e interés el otro gran museo, el de las Tradiciones Populares, en Dar Jellouli con la rica ornamentación de azulejos del patio, y los interiores de techos de madera trabajados con sumo arte.

Excursiones

Desde Sfax se pueden lleva a cabo algunas de las excursiones más fascinantes por Túnez, entre las que destacan la que nos acerca a los pueblos bereberes de Matmata y Tamezret, o el gran oásis costero de Gabés, por no mencionar la visita al impresionante anfiteatro romano del Djem. Otras opciones son la ciudad histórica de Monastir con su Ribat, la fortaleza medieval; la ciudad santa de Kairouan; o las villas marineras de Sousse y Port El Kantaoui.

Más cerca están las islas Kerkennak, a las que se accede con un ferry.